Septiembre es un mes importante para las actividades laborales y formativas, en estos días se reanudan con energía los proyectos escolares y profesionales.
Con la vuelta a la oficina y la reapertura de las aulas para muchas personas también es el momento de repensar su espacio de trabajo, de revisar su distribución y rediseñar sus funciones.
El diseño de espacios post Covid-19, su funcionalidad y utilidad son temas de comparación para arquitectos y diseñadores. En este sentido, las escuelas de arquitectura y las academias de diseño también se han enfrentado a una serie de problemas y desafíos importantes.
Entre las escuelas protagonistas de esta comparativa se encuentra ABADIR, Academia de Diseño y Comunicación Visual situada en las laderas del Etna, activa a escala local, nacional e internacional en la formación de jóvenes en las disciplinas del diseño y los nuevos medios, que cuenta con colaboraciones y colaboraciones con empresas e instituciones italianas y europeas. ABADIR promueve el diseño como disciplina transformadora, capaz de desencadenar cambios: conscientes de la responsabilidad social del diseñador, proponemos actividades que generen prácticas virtuosas en el área, en el contexto del diseño de bienes materiales, servicios y comunicación.
En una era de grandes transformaciones que modifican la forma en que vivimos y trabajamos, el diseño y las competencias digitales son disciplinas clave para afrontar y gestionar los cambios que se están produciendo. ABADIR, con la colaboración de Analogique y Level Office, ha creado un proyecto experimental identificando las cuatro coordenadas que guían nuestra vida (vida, ocio, amor y trabajo) y revisando su aplicación en los espacios.
A partir del excéntrico modo de vida de Hugh Hefner, fundador de Playboy, se diseñó una cápsula de 2,40m por 2,40m. En el interior, el espacio para el ocio, para vivir, para amar conectado a las plantas a través de micrófonos que reproducen su imperceptible respiración. Trabajar fuera. Todo conectado por la tecnología: lo que pasa dentro se proyecta fuera. Las esferas pública y privada están completamente separadas y al mismo tiempo hibridadas: la vida privada y el trabajo permanecen en dos niveles diferentes pero continuamente interconectados. Un proyecto complejo para reflexionar sobre la nueva disposición de los espacios y las nuevas formas de vivirlos. En estos nuevos ambientes, los accesorios de decoración, como los asientos, no son los protagonistas sino parte integrante de un pensamiento que ve a todos los elementos dialogar en armonía para crear armonía.
Por ello, los asientos que deben acoger a los participantes en las conferencias y actos de formación deben ser cómodos y estéticos, pero también deben ser fáciles de mover e higienizar. Con respecto al primer punto, es importante que el mobiliario de una sala de formación pueda colocarse y reposicionarse fácilmente en función del número de asistentes y del tipo de evento. Por ello, las sillas deben ser ligeras pero al mismo tiempo robustas para que sean duraderas y se adapten a cualquier tipo de usuario. Un ejemplo de ello son las sillas de la colección Yugen, diseñadas por Paolo Scagnellato y Jeremiah Ferrarese. El diseño minimalista y el juego de llenos y vacíos caracterizan este producto de estética contemporánea pero de confort intemporal.
En cuanto a la higienización, son preferibles los asientos sin tapicería, ya que se pueden limpiar fácilmente, pero hay tapicerías y acolchados que todavía permiten una limpieza en profundidad, como los tejidos de la marca Trevira CS, materiales artificiales que destacan por su gran brillo y solidez del color. Son extraordinariamente duraderas y conservan su belleza incluso con un uso intensivo. Los tejidos Trevira CS son fáciles de limpiar y se secan rápidamente. Las manchas pueden eliminarse fácilmente con métodos de limpieza convencionales y detergentes comunes.
No sólo la tapicería o la superficie del asiento deben ser fáciles de limpiar. La estructura de una silla también debe diseñarse y fabricarse con el menor número de juntas posible para evitar que se deposite el polvo. En este sentido, la colección Lagom, diseñada por Edi y Paolo Ciani, es la combinación perfecta de confort, diseño y funcionalidad. Ya sea en la versión sin o con reposabrazos, Lagom se caracteriza por un diseño minimalista definido por dos líneas simples: la del asiento y la de la estructura de la base. El asiento tiene un grosor limitado y una anchura discreta pero cómoda.